Este reciente estudio muestra la contradicción de muchos padres entre lo que dicen y lo que realmente hacen.
Para ello realizó dos trabajos:
- Encuestas verbales a los padres, quienes son los responsables y toman las decisiones sobre cómo trasladan a sus hijos en sus vehículos.
- Simultáneamente, observaciones sistemáticas de los niños dentro de los vehículos en las mismas zonas y poblaciones involucradas en las encuestas verbales.
Se observó a los niños menores de 10 años en tres temas:
· Si viajaban en el asiento delantero o en los traseros.
· Si los menores de 4 años lo hacían sentados en sus sillas especiales.
· Si los mayores de 4 años tenían colocados su cinturón de seguridad.
· Si viajaban en el asiento delantero o en los traseros.
· Si los menores de 4 años lo hacían sentados en sus sillas especiales.
· Si los mayores de 4 años tenían colocados su cinturón de seguridad.
Las encuestas y observaciones se desarrollaron en distintos puntos de la Capital Federal en diferentes días y horarios, a la salida de establecimientos escolares y en zonas próximas a centros comerciales y de entretenimiento.
Los resultados fueron muy significativos y muestran cambios con respecto a años atrás y también importantes contradicciones entre lo verbalizado por los adultos responsables y lo visto en el interior de los vehículos.
Niños observados dentro del automóvil | Niños viajando en asientos delanteros | Niños menores de 4 años usandos sillas especiales (SRI) | Niños de entre 4 y 10 años usando cinturón de seguridad en asientos traseros | |
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Resultado de las observaciones | 796 | 19% | 16% | 21% |
Padres encuestados | Dicen que sus hijos menores de 4 años usan siempre sillas especiales (SRI) | Dicen que sus hijos de entre 4 y 10 años usan siempre el cinturón de seguridad en asientos traseros | |
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Resultado de las encuestas | 420 | 84% | 70% |
Encuestas y observaciones realizadas durante los meses de julio y agosto de 2011 en la Ciudad de Buenos Aires, de lunes a domingo de 8:00 a 18:00 Hs., en total 438 observaciones y un total de 796 niños observados viajando en automóviles, y un total de 420 encuestas simultáneas a padres y/o responsables.
Resultados
En las encuestas verbales resultó significativa la generalizada respuesta de los padres de niños menores de 4 años que en el 86% de los casos afirmaron tener sillas especiales para sus niños dentro del auto, de los cuales el 97% dijo usarlas la última vez que viajó, lo que hace a un promedio de 84% de niños de esta edad, que viajarían seguros sentados en sus sillas especiales. Sin embargo, en las observaciones sistemáticas, se reveló que tan sólo el 16 % de los niños viajan sentados en sus sillas especiales.
Del mismo modo se apreció una significativa diferencia entre la respuesta de los padres de niños mayores de 4 años y menores de 10 años a la encuesta verbal acerca de si sus niños usaban el cinturón de seguridad en sus autos, a lo cual respondieron el 70% que lo usaban siempre, mientras que la observación sistemática mostró que solamente el 21 % viajaban con sus cinturones de seguridad colocados.
En relación con la ubicación de los niños dentro del vehículo, se pudo comprobar que un 19 % de niños menores de 10 años viajaban sueltos, o en brazos de sus padres, en el asiento delantero de los vehículos, conducta de alto riesgo para los pequeños, que además está expresamente prohibida en la ley nacional de tránsito.
Del mismo modo se apreció una significativa diferencia entre la respuesta de los padres de niños mayores de 4 años y menores de 10 años a la encuesta verbal acerca de si sus niños usaban el cinturón de seguridad en sus autos, a lo cual respondieron el 70% que lo usaban siempre, mientras que la observación sistemática mostró que solamente el 21 % viajaban con sus cinturones de seguridad colocados.
En relación con la ubicación de los niños dentro del vehículo, se pudo comprobar que un 19 % de niños menores de 10 años viajaban sueltos, o en brazos de sus padres, en el asiento delantero de los vehículos, conducta de alto riesgo para los pequeños, que además está expresamente prohibida en la ley nacional de tránsito.
Conclusiones principales
Aunque la mayoría de los padres conocen los sistemas de retención infantil, aún no han tomado real conciencia de la utilidad de su uso y no tienen conciencia del peligro al que los exponen al llevarlos sueltos en el asiento delantero y a los más pequeños sin sus sillas especiales y sin cinturón de seguridad.
Estas observaciones confirman la necesidad urgente de incrementar la divulgación de la utilidad del uso de los SRI, por medio de campañas masivas de concientización acerca de su utilidad en caso de choque, aumentando la conciencia del riesgo de los padres y la valoración positiva de su uso para que se incremente su uso.
Y se deben efectivizar los controles y sanciones a quienes no cumplen con la obligatoriedad establecida por ley.
Estas observaciones confirman la necesidad urgente de incrementar la divulgación de la utilidad del uso de los SRI, por medio de campañas masivas de concientización acerca de su utilidad en caso de choque, aumentando la conciencia del riesgo de los padres y la valoración positiva de su uso para que se incremente su uso.
Y se deben efectivizar los controles y sanciones a quienes no cumplen con la obligatoriedad establecida por ley.
INFORMACIÓN ADICIONAL
Cada cual con su silla especial ¿Para qué?
Para salvarles la vida en caso de accidente. Cuando mamá, papá y el bebé viajan en el auto, aunque no lo sientan, están desplazándose a la misma velocidad que el vehículo y al unísono con él. Pero, en caso de una detención brusca, todo lo que no se encuentra atado dentro del auto seguirá su viaje hacia adelante y sólo se detendrá cuando choque contra algo (puede ser la parte delantera del coche, el parabrisas, el asfalto, etc.).Cualquiera puede haber experimentado una leve sensación de lo que estamos hablando, en cualquier frenada algo fuerte. Entonces, la cartera que viajaba apoyada sobre el asiento se cae al piso o la bolsa con bebidas se vuelca.
Pero ¿qué sucede en un choque a 50 Km/h?
El auto se frena contra el obstáculo Y los cuerpos de los ocupantes del vehículo, siguen moviéndose hacia adelante a la velocidad que el auto traía hasta ese momento, impulsados por una fuerza enorme, que equivale a 40 veces el peso de cada persona, desplegada en la desaceleración instantánea. Si no están atados, golpearán contra la parte delantera del automóvil y contra el parabrisas. Y los ocupantes de los asientos traseros, si los hubiere, serán impulsados con esa misma fuerza hacia la parte de adelante. Golpearán a los ocupantes delanteros y la parte frontal del vehículo. Más grave aún, todos pueden ser despedidos y ejectados fuera del vehículo, hacia una muerte casi segura, aumentando 6 veces las posibilidades de morir.
Por ello, es importantísimo que los niños mayores y los adultos viajen con los cinturones de seguridad ajustados y los niños más pequeños viajen sujetos en sus sillas especiales, las que se fijan al asiento con el cinturón de seguridad del vehículo y con anclajes que traen los vehículos de fábrica. A estos últimos, por estatura y estructura ósea, los cinturones de seguridad del auto solamente, no los protegen adecuadamente. Y siempre, los menores de 10 años deberán viajar , según lo marca la ley Nacional, y de la Ciudad de Buenos Aires (12 años o estatura menor de 1,20 m), en los asientos traseros y los menores de 4 años en sus sillas especiales.
Del total de 7659 muertos en accidentes de tránsito en Argentina (2010) se estima que el 6 % son niños menores de 9 años.
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