domingo, 17 de julio de 2011

Los jovenes al volante

LOS JOVENES
AL VOLANTE



La mayor cantidad de accidentes se da en personas cuya edad oscila entre los 16 y 30 años. Los conductores jóvenes suelen engrosar esas estadísticas y la falta de experiencia puede ser uno de los factores más importantes para que ello ocurra. Ciertos límites y recaudos que se adopten ayudarán a disminuir los riesgos en la conducción entre los más jóvenes.

La conducción es una tarea complicada y a veces hasta exigente, aún para los mejores conductores.
Un conductor seguro debe controlar su vehículo, cumplir con los reglamentos del tránsito, observar el comportamiento de los otros conductores y estar siempre atento a la escena de tránsito que se le presenta.
A estos requerimientos rutinarios el conductor debe sumarle la información que obtiene de elementos que cambian constantemente en el tránsito, decidir qué acciones tomar, evaluar consecuencias e incluso tomar medidas correctivas si fuera necesario.
Factores climáticos, el congestionamiento del tránsito, el incremento de la velocidad y la tensión, imponen aún más demandas para el conductor, quién si no está preparado o es incapaz aumentará las posibilidades de tener un accidente.
En la adolescencia es cuando más frecuentemente se da el proceso de aprendizaje para conducir un vehículo y es en esos casos que los padres pueden jugar un papel significativo para el desarrollo de hábitos adecuados de manejo en el adolescente.
Las estadísticas determinan que el accidente de tránsito es la primera causa de muerte en las personas comprendidas entre 16 y 30 años de edad, grupo en que además de haber adolescentes se encuentran mayoritariamente quienes son novatos en la conducción .
El adolescente se caracteriza por su espíritu de libertad, particularidad que suele verse reflejada en su gusto por la libertad, a lo que debemos sumarle el hecho de que la conciencia del riesgo aún no ha terminado de configurarse plenamente en su cerebro, aún cuando sus reflejos sean mejores que los de cualquier adulto.
Por otra parte también se ha comprobado que un conductor inexperto tarda más tiempo en reconocer situaciones de peligro en el tránsito, conducta que sólo irá adquiriendo a medida que sume horas al volante
Dado que durante el primer año de conducción las posibilidades de tener un accidente son mucho mayores, es durante ese período que deben tomarse ciertos recaudos.
La Ley de Tránsito 24.449 establece que durante los primeros 6 meses de conducción debe llevarse en el vehículo en forma bien visible la letra “P” de principiante a la vez que durante dicho lapso no puede conducir en autopistas, semiautopistas y en la zona céntrica de la ciudad.
Vemos la importancia que la ley le da a la experiencia en la conducción para una mayor seguridad, motivo por el cual establece limitación a fin de disminuir situaciones de riesgo en tanto el conductor va adquiriendo mayor práctica y consecuentemente mayor confianza.
En muchos países el otorgamiento de licencias de conducir a los adolescentes en forma gradual ha logrado disminuir la tasa de accidentes entre los mismos.
La graduabilidad consiste en la obligación del joven de conducir durante los primeros meses acompañado de un conductor mayor de edad, o bien en la prohibición de conducir en altas horas de la noche o la limitación del número de ocupantes en el vehículo, este último factor comprobado de riesgo entre los jóvenes a medida que el número aumenta.
Si bien en la Argentina dicha graduación no existe, los padres pueden establecer sus propios programas graduales, dado que son ellos quienes mejor conocen la forma de conducir de sus hijos, sin olvidar que los mejores consejos y consignas que brinden nunca van a tener verdadero peso para el joven si éstos no van acompañados del adecuado ejemplo de conducción segura

sábado, 9 de julio de 2011

AL ESTACIONAR UN VEHICULO...

AL ESTACIONAR UN VEHICULO



Cada vez más frecuentemente se generan en la vía pública situaciones delictivas que entrañan violencia, para las que el ciudadano común no está preparado a enfrentar.
Brindamos un trabajo en diferentes entregas, conteniendo herramientas y conceptos para prevenir, proteger y llegado el caso, administrar dichas situaciones, a fin de minimizar sus consecuencias negativas.

El ciudadano común no está preparado para enfrentar situaciones delictivas que entrañen violencia. Ante un asalto una persona puede no saber como actuar, tendiendo a la parálisis o bien a hacer lo que la intuición le indica, cosa que en muchos casos no es lo más aconsejable.
Saber qué puede ocurrir y además, medir efectos y consecuencias de las acciones, puede ayudar a minimizar los efectos traumáticos.
Ante todo, lo mejor para evitar un delito es la prevención con una actitud y predisposición permanente y atenta.

He aquí ciertas medidas y actitudes preventivas a tener en cuenta:
Estacionamiento
• Antes de estacionar, verifique si existen situaciones anormales o sospechosa, en cuyo caso deberá alejarse y avisar a la policía o a los responsables de seguridad.
• Reducir el tiempo de demora al acceder al vehículo; por ejemplo llegar con las llaves u otros objetos preparadas.
• Estacionar preferentemente en lugares iluminados, con vigilancia y cerca o a la vista del control de acceso, o de ser posible en cocheras de acceso restringido.
• Procurar estacionar en planta baja o en los niveles donde se presupone mayor vigilancia o afluencia de público.
• Si estaciona en la vía pública procure hacerlo cerca del punto de destino y en lugares sin muchos obstáculos que dificulten la visión periférica (arbustos, carteles, etc.)
• Al estacionar dejar el lugar suficiente como para facilitar la salida. Al hacerlo en ángulo, estacionar marcha atrás, de ser posible.
• No intentar ingresar o egresar de un garage si se observa que se han colocado bolsas de residuos, bultos u otros objetos en la zona de acceso.
• No dejar prendas u objetos llamativos en el interior del vehículo, así como tampoco documentos o duplicado de llaves del mismo.
• No dejar en el vehículo otros documentos u objetos que identifiquen los domicilios profesionales o de residencia.
• Colocar alarmas e interruptores de encendido del motor y retirar siempre el reproductor de sonidos o su frente, si es desmontable
• En los vehículos tipo familiar, dejar vacío el baúl y abierta la tapa cubre-objetos.
• No lavar el vehículo, ni efectuar reparaciones del mismo en la calzada.
• Al ascender o descender del vehículo, no dejar en el piso bultos con valores mientras se abre o cierra el rodado. Si fuesen varios, agruparlos en un solo lugar y a la vista.
• Ante un portón automático, esperar que se cierre por completo para evitar el ingreso de extraños. Se recomienda el sistema de control remoto. Si es del tipo manual, ingresar y cerrarlo lo antes posible. Recién entonces acomodar el vehículo.
• No identificar las cocheras de propiedad horizontal con los datos del domicilio. La falta prolongada del vehículo hará que el delincuente lo asocie con la ausencia de los habitantes del departamento.

domingo, 3 de julio de 2011

Control de alcoholemia

Cómo se hace un control de alcoholemia

En Navidad, año nuevo, fines de semana, es posible que se extremen los controles de alcoholemia. especialmente en sitios estratégicos que coincidan con el acceso a carreteras donde hay discotecas u otros locales donde previsiblamente se pueda beber más de la cuenta. Vamos a explicar cómo se hace un control de alcoholemia, y responeremos a ¿es obliglatorio? ¿qué pasa si me niego a hacerlo?
 
El control de alcoholemia es obligatorio. La ley obliga todos los conductores a seguir los requerimientos de los agentes encargados del control. ¿Y que me pasa si me niego a hacer el control de alcoholemia? En caso de que el conductor se negara a realizar la prueba de alcohol incurriría en un delito de desobediencia grave, penado según el artículo 380 del Código Penal con una pena de entre seis meses y un año de prisión.

Cómo se hace un control de alcoholemia

1º Señalización del Control. Los controles de alcholemia deben estar perfectamente señalizados por la Guardia Civil estableciendo una zona de de aviso y balizas para la reducción de velocidad, de unos 100-200 metros antes de donde se está llevando a cabo el control. Uno de los agentes encargados nos indicará que detengamos el coche en el arcén o zona habilitada. Si no fuera así proseguiremos lentamente la marcha para continuar con normalidad.
Si nos paran, seguiremos la cola de vehículos que esperan el control. Los controles de alcoholemia suelen montarse con un dispositivo formado por tres parejas de guardias y con una duración de unas 6 horas, a veces se aglomeran vehículos y se hace necesario "esperar el turno".

2º Hacer la prueba de alcoholemia. Una vez que hemos parado nuestro coche, un agente nos explicará que se trata de un control de alcholemia y nos proporcionará una boquilla por la que deberemos soplar en el etilómetro de muestreo.

3º El resultado de la prueba. Hay dos escenarios posibles según el resultado de la prueba de alcoholemia:
  • La tasa de alcohol es inferior al máximo permitido: en este caso podremos continuar de forma inmediata.
La tasa de alcohol es superior al máximo permitido (el test es positivo): es este caso la prueba se tendrá que repetir en la furgoneta de los atestados. esta segunda prueba se realizará con el el etilómetro evidencial. Este etilometro es un aparato de medición y de precisión. La calibración esta controlada periódicamente por un laboratorio de metrología oficial. Entre una prueba y otra deben pasar, al menos, 10 minutos

4º Segunda prueba de alcholemia con el etilómetro evidencial
. Si la tasa de alcohol detectada es inferior a la permitida podremos continuar la marcha. En caso de que la tasa sea superior (el test es positivo) el agente llevará a cabo la denuncia. En este caso el conductor sancionado no podrá reanudar la marcha. El coche deberá permanecer inmovilizado hasta que el conductor reduzca su nivel de alcoholemia a los límites permitidos. No obstante, lo podría conducir otra persona que no esté bajo los efectos del alcohol.

5º Prueba de alcoholemia mediante análisis de sangre en el Hospital.
 Si el conductor estuviera de acuerdo con el resultado de la prueba deberá solicitar ser conducidos a un hospital donde se nos realizará otra prueba de alcoholemia mediante análisis de sangre, orina u otros métodos alternativos. En el caso de que este análisis resulte positivo, el conductor deberá pagar el importe de la mismas.
  • Retirada de puntos en el carnet según las pruebas
    • Conducir ebrio más de 0,75 mg/l (1 litro de cerveza o dos copas) = -6 puntos
    • Conducir ebrio profesionales más de 0,3 mg/l (1 lata de cerveza o una copa) = -6 puntos
    • No someterse a las pruebas de alcoholemia = -6 puntos
    • Conducir ebrio entre 0,25 y 0,75 mg/l (2 latas de cerveza o 1 copa) = -4 puntos
    • Conducir ebrio profesionales entre 0,15 y 0,30 mg/l (cualquier bebida alcohólica) = -4 puntos